Protocolo ante comentarios

Las redes sociales como estoy en Twitter o FetLife, los blogs como éste en sus comentarios, los foros y demás webs donde se facilita la interactuación son escenarios propicios para, quien se cree unilateralmente legitimado para imponerlo, perder el respeto a otros incluso alcanzando niveles hasta delictivos, particularmente personas que necesitan la polémica sin la cual los personajes que se inventan son incapaces de desarrollarse, arrastrando a sus víctimas a su espiral o, simplemente, normalizando dicha dinámica, de lo que yo mismo en ocasiones no he podido sustraerme.

Tengo la firme voluntad de no sólo no prestarme a ello, sino de ser activo en la reinvindicación de la no-toxicidad, por lo que he tomado la determinación de llevarme por mis siguientes normas:

  1. Tolerancia cero hacia las calumnias, que viene a consistir en atribuir la comisión de algún delito pero sin formalizar denuncia donde corresponde (Juzgado, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o Fiscalía). Según el Código Penal, el delincuente es quien calumnia, y si sabe que no miente lo denunciará formalmente, garantizando que el derecho del denunciado a la defensa y demás debidas garantías, y evitando que, de ser cierto, éste pueda cometer más delitos. En concreto, haré uso de las opciones de borrado y bloqueo que ofrezcan las webs ante quien calumnie a cualquiera, y en el caso de que sea a mí además ejerceré -como ya he hecho- acciones legales contra el autor.
  2. Tolerancia cero hacia los insultos, vejaciones injustas y demás difamaciones. En concreto, bloquearé, borrando sus contenidos, a quien me insulte, veje o difame aunque sea levemente, o ante quien lo haga a otros gravemente. En los casos graves incluso ejerceré -como ya he hecho- acciones legales contra quien me insulte, veje o difame.
  3. Tolerancia cero hacia las insinuaciones infamantes, se me refiera directa o deduciblemente. Aplicaré las normas precedentes, según proceda, y en su caso las acciones judiciales que frente a las «insidias infamantes» abre la Sentencia del Tribunal Supremo 805/2013.
  4. Tolerancia cero hacia la divulgación de las agresiones al honor y de rumores referidos en las normas precedentes. Nuevamente, bloqueando a quienes de algún modo lo respalden, considerándoles coautores en los casos más graves contra mí a efectos de acciones judiciales.
  5. Tolerancia cero ante quienes me exhiban como antagonista frente a su supuesta superioridad y a quienes se adhieran, bloqueándolos sin explicaciones. Aquí preventivamente incluyo a quienes me respondan atribuyéndome expresiones que yo no haya hecho, por entender que pretenden provocarme para aquello.
  6. Cordón sanitario entorno a posmodernos. Wokes, social justice warriors y sus aliados en sus distintos -ismos de la idpol, conforme su ideología posfascista, como tales se basan en un supremacismo moral por el que necesitan señalar a otros para evidenciar su supuesta superioridad. Para evitar quedar a su alcance, les bloqueo sin necesidad de que hayan incurrido en algunas de las normas precedentes.
  7. Evitación de debates políticos. Si, sin incurrir en los supuestos de las normas anteriores, alguien me opone algún argumento político, directamente no voy a contestar, por una simple razón de contexto -en otros, sin problema-.

Por mi parte, me comprometo a evitar incurrir en calumniar, insultar, vejar injustamente, de algún otro modo difamar, insinuar infamantemente o perjudicar el honor de otras personas y a no exhibir a otros para humillarles.